Tulum: Entre el auge turístico y los retos de la temporada baja

En el Caribe mexicano, y particularmente en Tulum, cerca del 37% de los turistas provienen de Estados Unidos, mientras que 35% son nacionales y 10% canadienses. Este perfil ha llevado a los empresarios locales a enfocar la oferta turística principalmente en visitantes extranjeros, lo que ha incrementado los costos en hospedaje, restaurantes y servicios.

En meses recientes se ha comentado que Tulum parece un “pueblo fantasma”, con pocos turistas y numerosos establecimientos cerrados para reducir gastos operativos. Los empresarios atribuyen esta situación a la temporada baja, pero ¿Cuándo son los meses de mayor afluencia?

• Temporada alta: diciembre a febrero, impulsada por vacaciones de invierno, fiestas decembrinas y receso escolar.

• Temporada media: marzo, abril, mayo, octubre y noviembre.

• Temporada baja: junio a septiembre, coincidiendo con lluvias, huracanes y sargazo, factores que reducen el atractivo del destino.

Además, Tulum enfrenta otro desafío: la sobreoferta inmobiliaria. A inicios de 2024, un estudio de Mercana Consulting identificó 126 proyectos en comercialización, principalmente vivienda vertical. Muchos fueron adquiridos como inversión para renta, lo que ha generado alta disponibilidad y desocupación.

En cuanto a conectividad, el Aeropuerto Internacional Felipe Carrillo Puerto, inaugurado el 1 de diciembre de 2023, proyectaba atender 1.6 millones de pasajeros en su primer año. Sin embargo, cerró 2024 con 1.2 millones, y hasta mayo de 2025 registró 616 mil pasajeros, aunque con un crecimiento del 74.9% respecto al mismo periodo de 2024.

Por otro lado, la ocupación hotelera muestra una tendencia a la baja:

• 2022: 76.0%

• 2023: 74.9%

• 2024: 73.8%

La zona arqueológica de Tulum también refleja disminución:

• 2023: 1.3 millones de visitantes

• 2024: 1.1 millones (-9.5%)

• Hasta agosto 2025: 790 mil (-2.6% vs. 2024)

Estos datos evidencian que Tulum atraviesa un momento complejo: entre la dependencia del turismo extranjero, la estacionalidad, los fenómenos naturales y la saturación inmobiliaria. El reto será equilibrar desarrollo y sostenibilidad para mantener su atractivo.